lunes, 28 de marzo de 2016

¿Tenés ganas de cambiar tu realidad? ¡Hacé una declaración al respecto!

Antes de desarrollar el título del artículo de hoy quiero hacer algunas consideraciones acerca de las declaraciones y explicar un poco cómo es esto de que el lenguaje puede cambiar nuestra realidad. Para algunos puede resultar demasiado teórico, pero es necesario “comenzar desde el principio” para luego llegar al fondo de la cuestión.

Los seres humanos habitamos en el lenguaje.  La forma en que hablamos y escuchamos nos atraviesa y nos condiciona como los observadores que estamos siendo y desde los cuales actuamos.

Desde el Coaching Ontológico, y tal como escribe Rafael Echeverría en su “Ontología del Lenguaje” se plantea que hay tres postulados básicos y tres principios generales. Hoy mencionaré sólo a los postulados, ellos son:

-Interpretamos a los seres humanos como seres lingüísticos.

-Interpretamos al lenguaje como generativo.

-Interpretamos que los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a  través de él.

¿Cómo los explicamos?

Los seres humanos nos comunicamos a través del lenguaje. Por su intermedio podemos describir aquello que sentimos o pensamos, nuestras interpretaciones acerca de lo que observamos y, lo que es más importante podemos modelar el futuro, crear nuestra realidad y nuestra identidad. El lenguaje nos permite acceder a mundos que no estaban disponibles antes de una conversación. ¿Cuántas veces nos ha pasado de dar un golpe brusco de timón en nuestras vidas luego de tener una conversación con alguien, luego de escuchar y escucharnos decir que teníamos nuevas posibilidades de acción e intervención que no habíamos descubierto hasta entonces?

Eso sucede cuando hacemos declaraciones. Las declaraciones cambian el mundo si accionamos luego de realizarlas, si no, quedan en una mera expresión de deseos.

Si declaro que voy a cambiar de trabajo pero no comienzo a buscar o generar uno nuevo, mi realidad no sufrirá modificación alguna. Si, en cambio, me comprometo con lo que declaro y acciono para que las cosas sucedan , seguramente mi vida tomará el rumbo que yo elegí.

No es mi intención hoy extenderme mucho más en la teoría, solamente quería dar un pantallazo, a modo de introducción  pero sí quiero dejar en claro que podemos construir lo que queramos si nos atrevemos y nos comprometemos a realizar aquello que declaramos.

Quiero contarles algunas declaraciones que yo hice y que cambiaron mi vida : 1) –Sí, quiero (cuando me casé) ; 2) – Voy a quedar embarazada ; 3) – Voy a dejar de fumar; 4) – Voy a estudiar Coaching Ontológico. 5) – Basta de querer complacer a todo el mundo.

Los invito a que hagan memoria y piensen en aquellas declaraciones que cambiaron las suyas… anótenlas y revísenlas a ver si siguen estando de acuerdo con ellas, si les falta accionar en consecuencia, si  de verdad tienen ganas de modificar las cosas o si prefieren seguir soñando sin tomar riesgos.

Sean honestos con ustedes mismos.  Dejen de una vez por todas de lado las excusas y tomen las riendas de sus vidas.

Como expliqué al principio, el lenguaje que nos constituye como seres humanos nos da el poder de crear nuestra realidad, de materializar nuestros sueños… lo van a aprovechar o van a vivir los sueños de otros que sí se atrevieron?

Entonces:

¿Tenés ganas de cambiar tu realidad? ¡Hacé una declaración al respecto!

sábado, 5 de marzo de 2016

"Empieza donde estás. Usa lo que tienes. Haz lo que puedas."

Sigo con los comienzos… Tardé unos cuántos días en escribir este posteo porque no terminaba de decidir acerca de qué tema hacerlo.

Pensé en asociar este inicio de ciclo lectivo en el hemisferio sur, con el momento en el cual algunas familias empiezan el año de actividades y dar algunos tips que pudieran ser útiles para planificar y aprovechar el tiempo.

Después me dí cuenta de que eso de esperar comienzos de ciclos es otra manera más de “procrastinar” (hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables. ...).

Procrastinamos por distintos motivos: por costumbre, por miedo de afrontar lo que viene, para no salir de nuestra zona de confort, porque no reunimos todo aquello que necesitábamos para comenzar, porque encontramos algo mejor para hacer, etc, etc. Excusas y más excusas que nos permiten patear la pelota para adelante . Ahora bien… si alguno de los que me está leyendo tiene este bendito hábito de postergar, sabrá perfectamente que el alivio dura muy poco, y que luego uno se siente horrible porque pospuso otra vez aquello que quería o debía hacer y así va el círculo como un hámster en su rueda.

Entonces me llegó la frase de Arthur Ashe con la cual titulé este post:

“Empieza donde estás. Usa lo que tienes. Haz lo que puedas.”

O lo que es igual que decir: es  ¡AHORA!! .

No esperes llegar a saber todo o a tener todos los elementos , a conocer toda la teoría. No temas equivocarte una y otra vez…Hacé lo que puedas, pero hacelo!!!!! Seguramente irás mejorando con el tiempo, o no. Quizás te des cuenta que aquello que no te animabas a comenzar no era como lo habías imaginado. No importa. Siempre se puede volver a empezar.

Y no me digas que fue una pérdida de tiempo sino todo lo contrario. Cada mal llamado “fracaso” no es sino un aprendizaje del cual podemos sacar valiosísima experiencia para seguir en pos de aquello que queremos lograr.

Podría ahora agregar algunos tips o sugerencias para que te pongas en movimiento, pero me parece que las únicas que te van a servir son las que encuentres en el fondo de tu corazón.

Como coach, me ofrezco a asistirte en el proceso  para que puedas mantener tu  compromiso y alcances nuevos resultados.